Comenzando el nuevo curso.

Se acabaron las vacaciones estivales y toca comenzar con el nuevo curso.

Pero aun nos quedan frescos en la memoria los recuerdos de las jornadas de pesca de nuestras vacaciones.

Este año he estado de vacaciones en Peñiscola. Un pequeño pueblo costero de la provincia de Castellón.

Como en los últimos años que he estado por el mediterráneo, en las dos salidas que he hecho he intentado estrenarme con la captura de alguna Anjova, también llamado Golfás o Tallahams (Corta anzuelos).....

Como los anteriores años me he vuelto sin la ansiada captura, y eso que tuve varias persecuciones a los señuelos (Cosa que me ha ocurrido en años anteriores), parece que no le pillo el punto al movimiento que hay que imprimir a las muestras para desatar el ataque de estos magníficos peces.

Aún sin capturas han sido dos salidas muy entretenidas:

La primera fué por la zona costera que se extiende de Peñiscola a Alcoceber y que forma parte del Parque Natural de la Sierra de Irta.

En donde tuve dos persecuciones a un pencil de construcción casera, la primera de un pez de unos 40 cm. que llegó hasta la misma orilla y más tarde otra de un pez mucho más grande que me debió de ver y se dio la vuelta unos cuantos metros antes.

Mi segunda jornada fue una tarde que pasé con Gaucho autor del blog Lance Ligero.

Gran pescador y mejor persona, que tuvo el gran detalle de hacerme de guía y que me llevó hasta un arenal de la zona sur del delta del Ebro y en el que probamos suerte en diferentes puestas que el por su gran conocimiento de la zona creía que podíamos tener la posibilidad de capturar algún buen pez.

Cuando llegamos a la primera de las puestas la cosa pintaba bien, la estación de bombeo que tendríamos un centenar de metros por detrás estaba bombeando agua de los arrozales, lo que supone un punto a favor, ya que el pescado suele concentrarse en esas salidas de agua dulce llenas de alimento y no lejos de este pescado debería encontrarse algún buen depredador.

Pero.... al meter los pies en el agua y notar que con las lluvias de los días anteriores la temperatura de esta había bajado considerablemente Gaucho ya se dio cuenta de que sería difícil obtener la ansiada captura, pero no nos desanimamos e inspeccionamos toda la zona con nuestros señuelos.

En esta foto podemos ver a Gaucho (Eduardo) con un señuelo artesanal que generosamente me regaló y que fue mi titular en esa jornada y lo seguirá siendo para próximas visitas al mediterráneo.

La parte mala de la visita al delta, (porque no todo fue bueno) fueron los mosquitos que me acribillaron. Estábamos pescando tranquilamente y Eduardo me advirtió que teníamos a los primeros mosquitos alrededor y que debíamos salir rápido de allí, pero ellos fueron más rápidos que nosotros y para cuando quisimos llegar al coche que estaba a escasos 200 metros los había por todas partes y se cobraron su tributo en sangre.

Ahora toca volver a la rutina y esperar que el año que viene se puedan repetir vacaciones y salidas como las de este año.

Un saludo.