Hoy a la mañana ha tocado otra salida al monte en busca de setas, esta vez he ido expresamente en busca de rovellones, la verdad es que he salido un poco tarde y para cuando he llegado a la zona elegida había un montón de coches por la orilla de la carretera.
Al principio me ha costado bastante encontrarlos, ya que por las zonas en las que me movía se notaba que se me habían adelantado, pero más tarde he tomado la decisión de acercarme a las zonas más inclinadas y allí si he encontrado unos cuantos corros.
Y este ha sido el resultado de hora y media por el monte.
S2.
Vaya cesta de niscalos..Me encanta salir en su busca pero en el plato no me entusiasman.Quizás sea su textura lo que me tira p´atrás.Soy más de esas trompetillas de pie amarillo y cabeza parda..jejeje!!
ResponderEliminarS2
Uffff... con lo que me gustan a mi, salteaditos en aceite de oliva con ajo y perejil, ni uno de esa cesta te dejaba yo, enhorabuena xabi
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas Fermín.
ResponderEliminarLa verdad es que la cosa no se dio nada mal viendo como empecé.
Yo también prefiero los cantharellus a los rovellones, pero también suelo ir en busca de unos pocos de vez en cuando.
S2.
Hola Eduardo.
ResponderEliminarComo dices, salteados con ajo y perejil es como a mi más me gustan, pero para un par de veces, no se porque, pero es una seta de la que me aburro rápido.
S2.